El Caso de la Edición de Manga: La Caída de Jung-Hyun Park
La vida de Jung-Hyun Park, exeditor de manga de Kodansha, ha sido revuelta por un drama de sangre y tragedia. En 2016, Park asesinó a su esposa, y aunque inicialmente se declaró inocente, los tribunales lo condenaron a 11 años de prisión. La sentencia fue confirmada en el juicio de segunda instancia, pero el Tribunal Supremo ordenó un nuevo juicio debido a un caso incompleto. Finalmente, el Tribunal Superior de Tokio condenó a Park a la misma pena.
La historia comenzó cuando Park, de 48 años, declaró que su esposa, de 38 años, se había suicidado en su casa de Tokio. Sin embargo, los fiscales presentaron pruebas que contradecían esta versión de los hechos. Según ellos, Park estranguló a su esposa en la cama, y luego fue a otra habitación, donde escuchó un ruido y vio que ella se suicidaba. El juez presidente desestimó esta afirmación, argumentando que no era natural que la esposa perdiera el conocimiento y luego se moviera y se suicidara.
La investigación reveló que Park había una relación tensa con su esposa, y que había habido discusiones en el pasado. Sin embargo, Park sigue manteniendo su inocencia y afirma que su esposa se suicidó. La pareja tenía hijos, lo que hace que la tragedia sea aún más profunda.
Park tenía una carrera exitosa en la industria del manga, trabajando como editor en la revista Shonen Semanal de Kodansha. Fue responsable de títulos como Los siete pecados capitales y GTO: Paraíso perdido. También escribió una columna para niños en la revista Asahi Shimbun. Aunque algunos medios lo han atribuido como el editor de la serie de manga Attack on Titan, esta afirmación es falsa.
Después de su arresto en 2017, Kodansha emitió un comunicado revelando que Park había ayudado en el inicio de la revista Shonen Bessatsu, donde Attack on Titan fue serializado, pero no fue el editor que lanzó el manga real. La revista Mañana también publicó un comunicado, desmintiendo las afirmaciones de que Park había sido el editor de Attack on Titan.
La sentencia de Park es un recordatorio de que la industria del manga no es inmune a la tragedia y la violencia. La vida de Jung-Hyun Park ha sido marcada por la tragedia, y su caso es un ejemplo de cómo la violencia y la mentira pueden llevar a la justicia.