Robbie Williams y Ayda desconsolados tras doble derrota

El Doliente Final: Robbie Williams y Ayda Field Enfrentan el Paso de sus dos Mascotas Fiel Compaños

La fama está llena de momentos oscuros y alegría, pero rara vez se enfrentan a eventos que tocan su fibra emocional como sucedió con Robbie Williams y su esposa Ayda Field. La pareja compartió el duelo difícil de perder a sus dos perros, Poupette y Walle, que actuaron como dama de honor y padrino en su boda.

El Amargo Adiós a Dosis de Fielleza

El final abrupto de los días del par de mascotas coincidió con un año emocionante para los Williams, que había estado renovando sus votos matrimoniales junto con sus cuatro hijos esta primavera. Robbie y Ayda compusieron un recorrido emocional compartido recordando los mejores momentos a lo largo de sus catorce años juntos, y las múltiples aventuras que tomaron con Poupette y Walle en alto.

El Corazoncito que No Devuelve

Poupette, la primera de sus dos perros, ocupó un lugar especial en el corazón de Ayda, ya que coincidió con ella su primer año en Londres, antes de conocer a Robbie. "Fui una chica soltera", recordó la actriz, "y Poupette fue mi alma gemela. Ella era tan más que un perro, era un miembro de la familia".

Entre las anécdotas más divertidas, hay una en particular en el que Robbie y Ayda se rieron: ¿Cómo el artista Pop se enamoró a primera vista de la cariñosa perrita blanca? Cuando Ayda se comprometió con Poupette, Robbie admitió no tener idea de que esto sería tan grande pero, después de una aventura en un barrito de comida italiana, sabía que la pernoctación estaba a mitad de camino. Ella se convirtió en una estrella en mi vida.

Un Reino de Pelillos Suaves y Risas Saladas

Los Williams guardaron recuerdos memorables de las giras, mudanzas, nacimientos de bebés y demás golpes de vida en alto, siempre con sus perritos de su compañía. Cuando Ayda y Robbie se renovaban sus votos, eran Poupette y Walle quienes actoaban como su "dama de honor" y "padrino".

Un Paso Durus para Robbie y Ayda

La familia celeste de los Williams experimento un golpe fuerte con la partida de su par de mascotas que habían estado juntas durante 18 años y 1 año, respectivamente. En este estado de duelo, los artistas reflexionaban sobre la cantidad de amigos peludos que había acompañado a lo largo del camino. Ayda deseó ofrecer abrazos a aquellos que también han perdido amores animales. Y así, su testimonio se convirtió en un tributo emocionante a la inmarcesible bondad del amor y lealtad de sus mascotas leales.

Duart en Paz, Poupette y Walle.